No pases calor, encuentra tu aire acondicionado:
Ciertas medidas que puede tomar son bien simples y no necesitan que un técnico de servicio las realice. Equiparse con estos sencillos entendimientos técnicos le ahorrará tiempo y dinero a largo plazo.
Una unidad de condensación que contiene bobinas con aletas, un ventilador y un compresor.
El filtro de aire está ubicado en la parte frontal del serpentín del evaporador para capturar el polvo o bien las partículas antes de entrar en el evaporador. Por norma general, es lavable y reutilizable. Se aconseja a los usuarios que lo limpien al menos una vez cada 3 meses o más de manera regular si el ambiente está sucio.
La aptitud de los filtros para apresar partículas se mide utilizando el nivel de la industria conocido como MERV (Minimum Efficiency Reporting Value). Los valores van de 1 a veinte y pueden apresar partículas de 0,3 a diez micrones. Cuanto más prominente es el valor, mejor es la aptitud de capturar partículas más pequeñas.
d) Retire y lave los filtros de aire del aire de retorno de la unidad interior, ya que los filtros de aire sucios restringirán el flujo de aire.
El R32 utiliza un setenta y ocho por cien menos de refrigerante para marchar en comparación con el R-410A y la mayoría de los productos más nuevos en el país nipón han estado introduciendo gradualmente este refrigerante desde 2013.
El agua no es corrosiva, tiene un valor calorífico específico, es fluida, no es tóxica y es económica. Esto la convierte en una genial opción frente a otros refrigerantes secundarios como las salmueras de cloruro de sodio, glicoles de propileno, etileno, metanol o glicerina.
El ventilador del evaporador aspirará el aire de la cuarto que se va a acondicionar a través del filtro de aire y el serpentín de refrigeración. El aire que se ha acondicionado se descarga para devolver el aire frío y deshumidificado a la habitación. Este aire se mezcla con el aire de la cuarto para reducir la temperatura y el nivel de humedad de la habitación.
período de enfriamiento del sistema DX
En ese momento, los refrigerantes que se usaban entonces se conocían como CFC (clorofluorocarbonos) y HCFC (hidroclorofluorocarbonos). Los CFC son una familia de productos químicos que contienen cloro, flúor y carbono. El contenido de cloro en estos compuestos causa el agotamiento de la capa de ozono.